Este domingo, la zona ubicada al sureste de Brasil se vio sacudida por la llegada de violentos temporales, con fuertes lluvias y vientos, que provocaron derrumbes y desprendimiento de tierras en la costa del estado de San Pablo. El fenómeno natural golpeó duramente a varias localidades y llevaron a la cancelación de los tradicionales carnavales.

También se produjo una copiosa caída de fuerte granizo, que provocó importantes destrozos en viviendas y vehículos de la zona.

Lamentablemente, hasta este domingo a la noche, se contabilizaban al menos 19 personas fallecidas.

La intendencia de Sao Sebastiao, una ciudad turística emplazada en el litoral norte de San Pablo y que por esta época recibe una gran cantidad de turistas, tuvo que decretar el "estado de calamidad pública" y también canceló toda la programación del día prevista para el Carnaval local.

En las pasadas 24 horas, la ciudad había recibido practicamente tres veces más de lluvia de la cantidad normal y prevista para todo el mes de febrero. Allí también hubo inundaciones y deslizamientos, sin víctimas mortales, pero con una cantidad todavía no informada de damnificados, según un portavoz.

Más zonas afectadas

En la vecina ciudad de Ubatuba, un deslizamiento provocó la muerte de una menor de siete años y la falta de electricidad en algunos barrios y las celebraciones carnavalescas también fueron canceladas.

Otras ciudades del litoral como Ilhabela, Caraguatatuba, Sao Vicente, Bertioga, Itanhaém y Santos, todas ellas con un importante flujo de turistas, registran inundaciones, y las autopistas quedaron incomunicadas en varios trechos con San Pablo y Río de Janeiro.

San Pablo, la capital regional, no escapó del fuerte temporal y algunas comparsas callejeras fueron canceladas por la lluvia de granizo, pero retomadas horas después, mientras que en Osasco, en la región metropolitana, varios automóviles fueron cubiertos por el agua.

El Carnaval de Brasil comenzó el último viernes y se extenderá hasta el mediodía del próximo miércoles de Ceniza después de un receso de tres años por causa de la pandemia.