
Luego de las versiones sobre su detención, el cantante cordobés rompió el silencio a través de sus redes sociales. “No entiendo nada, pero estoy bien”, aseguró.
El periodista hizo una profunda autocrítica al aire, agradeció el apoyo de sus compañeros y cuestionó el tratamiento mediático del conflicto.
Espectáculos15 de mayo de 2025Después de más de una semana de mantenerse en silencio frente a la tormenta mediática que lo tuvo como protagonista, Diego Brancatelli decidió hablar. Lo hizo en su lugar de trabajo, durante el programa que conduce Jorge Rial en la pantalla de C5N, y con un tono que mezcló vulnerabilidad, enojo, introspección y hartazgo. Fue su forma de cerrar o al menos intentar ponerle un límite a la exposición pública de un conflicto privado que lo puso en el centro de las críticas y especulaciones.
“Estoy mucho mejor y quería compartir una reflexión final”, arrancó el periodista, visiblemente conmovido, pero también decidido a fijar postura. “Prometí en casa no hablar más del tema, sé que no quieren que siga, pero también es cierto que hace diez días vengo siendo el centro de una escena incómoda, fea, triste, de la que soy responsable y me hago cargo, pero que está rodeada de una maldad y de una perversidad nunca antes vista”, señaló.
Brancatelli fue claro al marcar un límite. Su pedido más enfático estuvo dirigido a los medios de comunicación que, según denunció, reprodujeron imágenes de sus hijos mientras abordaban el conflicto. “Estoy harto, no sé cómo pedirlo ya. ¡Dejen de mostrar imágenes de mis hijos! Tienen 6 y 9 años, van al colegio, tienen una vida. No merecen estar metidos en esto”, exigió.
La intervención del periodista se dio luego de varios días en los que su vida personal fue objeto de una cobertura constante en redes sociales y programas televisivos, muchos de los cuales, según él mismo dijo, cruzaron todos los límites éticos. “Está mal hablar del tema, ya está, ya se sabe todo. Hay familias atrás que sufren. Después se replantean el periodismo, pero esto está mal”, subrayó con tono de reproche hacia el tratamiento mediático.
También fue categórico al pedir respeto por su esposa, Cecilia Insinga, quien, aseguró, “no eligió ser parte de esto y no tiene nada que ver”. “Hablen de mí, digan lo que quieran, pero no pongan fotos ni imágenes de gente que no tiene nada que ver. Basta”, insistió.
A lo largo de su descargo, Brancatelli se mostró dispuesto a asumir su responsabilidad en lo sucedido, aunque sin entrar en detalles. Dijo haber dado la cara en el ámbito privado: “Hablé con mi familia, con mis suegros, con mi mamá, con mis cuñados, con Cecilia. Me senté con cada uno, les conté qué pasó, qué hice, de qué me arrepiento. Porque si hubiera cuidado antes, no hubiera hecho lo que hice”.
Más allá de lo personal, también hizo un ejercicio de autocrítica vinculado a su perfil público y su estilo comunicacional. “Tal vez me tengo que replantear cómo hago algunas cosas. Algunos dicen que todo esto me pasa por soberbio, por agresivo. Bueno, tal vez tenga que aprender. No soy perfecto, cometí errores. Pero lo importante es asumirlos”, sostuvo.
El periodista también quiso dejar en claro que no se estaba ocultando ni escapando de las consecuencias. “Lo estoy hablando de frente. Me río también, pero sepan que no todo es risa. No todo es bueno. No todo es alegría. Todos tenemos cosas buenas y malas. Lo importante es asumirlas, hacerse cargo”, dijo, con una mezcla de honestidad y cansancio.
Una fuerte critica a cómo han tratado el tema
Con cierta ironía, también criticó la espectacularización del tema. “Basta de buscar mierda donde no la hay. Basta de ir a buscar a una exnovia de hace 20 años”, lanzó, aludiendo a los intentos por seguir generando contenido alrededor de su vida personal.
En otro tramo de su intervención, Brancatelli quiso poner las cosas en perspectiva: “No soy el mejor de todos, tampoco soy funcionario, no le tengo que dar explicaciones a nadie. Es la vida privada. Les pedí disculpas a quienes les tenía que pedir. Les expliqué lo mal que me siento. No tengo que explicar más nada”.
El conductor Jorge Rial, presente en el estudio, acompañó el descargo sin interrumpirlo y luego expresó su respaldo. El clima en el piso fue de contención, sin morbo ni exposición innecesaria, en contraste con el tratamiento que muchos medios hicieron del tema durante los días previos.
Brancatelli, conocido por su estilo directo y su militancia política, cerró su intervención agradeciendo a sus compañeros de trabajo por el respeto y el silencio. “Gracias por bancar, por no preguntar. Chicos, es la vida. No es nada que no se pueda sobrellevar. No estoy orgulloso de nada, pero lo enfrento”, concluyó.
Con esta aparición pública, Brancatelli no solo intentó poner fin a una etapa personal compleja, sino también abrir una puerta a una etapa de reflexión y transformación. En sus palabras, “quizás sea una oportunidad para ser mejor padre, mejor esposo, mejor profesional”. Una declaración que, más allá del escándalo, deja entrever una intención de reconstrucción.
Luego de las versiones sobre su detención, el cantante cordobés rompió el silencio a través de sus redes sociales. “No entiendo nada, pero estoy bien”, aseguró.
El protagonista de El Eternauta habló maravillas de Brad Pitt y de otros famosos, a la vez que recordó una mala experiencia vivida con una celebridad del cine.
Mirtha Legrand sorprendió apoyando a Javier Milei en el desfile de Roberto Piazza, generando ovaciones. Una noche de moda y política en Señor Tango.
“Solo serví para los momentos de mi… Quise acompañar a la persona que amo por años, pero nunca se destacó por su sinceridad. Hasta acá llegué yo”, escribió Mirra al anunciar la separación.
Según datos del INDEC, Una familia tipo, compuesta por dos adultos y dos niños, necesitó unos $1.110.063 en abril para no ser pobre.
La ministra de Seguridad, patricia Bullrich, advirtió que a partir de los cambios en el sistema de migraciones los extranjeros "van a tener que pagar como en otros países", al afirmar que "las deportaciones se hicieron imposibles".
Anunciaron detalles para la peregrinación y las festividades de Santa Rita de Casia, que este año volverá a convocar a miles de peregrinos.
Es el primer indicador de precios tras la salida del cepo cambiario y la implementación del nuevo esquema de bandas para el dólar. En lo que va del año subió 11,6%.
Fue denunciada por el mandatario tucumano, Osvaldo Jaldo. También tomó los CUITS de los gobernadores de Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa y San Luis. "De apurada busqué CUITS en Google", “No sabía que era delito, lo hice de apurada” se excusó Valentina Olguín.