Adolescencia tenía otro final: Cuál era el desenlace original de la serie

Adolescencia tenía otro final. La serie de Netflix que rápidamente se convirtió en un éxito global, sorprendió a sus seguidores con una trama profunda y conmovedora. La historia de Jamie (Owen Cooper), un joven británico de 13 años acusado de asesinar a su compañera de clase, Katie (Emilia Holliday), tocó fibras sensibles en todo el mundo.

Planteó debates sobre la masculinidad tóxica y el impacto de las redes sociales, manteniendo a la audiencia en vilo con su tensión constante y la incertidumbre sobre el destino del adolescente.

El thriller no mostró el juicio ni la condena de Jamie, pero sí se centró en su decisión de declararse culpable, generando aún más preguntas sobre la responsabilidad y las circunstancias detrás de su acto. A la par, la serie profundizó en las dudas de los padres, quienes reflexionaban sobre cómo habían criado a su hijo. Sin embargo, algo que no muchos sabían es que el final de la serie cambió a último momento. 

El final alternativo y el cambio emocional en la narrativa: El episodio final de Adolescencia presenta a Eddie (Stephen Graham), el padre de Jamie, celebrando su 50º cumpleaños, mientras que su hijo lleva ya 13 meses en prisión. A pesar de las habladurías que lo rodean, Eddie intenta celebrar este día, pero su intento se ve interrumpido cuando su camioneta es vandalizada. En una secuencia desgarradora, recibe una llamada de Jamie, quien le confiesa que se declarará culpable. Esta comunicación, cargada de emoción, marca un punto de no retorno para la familia Miller, desmoronando a los miembros de la misma. La escena final, de una tristeza palpable, es, sin lugar a dudas, uno de los momentos más impactantes de la serie.

El director de la miniserie, Philip Barantini, reveló que el final original de Adolescencia era diferente. En el guion original, la escena final mostraba a Eddie acostado en la cama de Jamie, cubriéndolo con las sábanas como si fuera una especie de avatar de su hijo encarcelado. Sin embargo, este final fue modificado, y Barantini explicó que la nueva versión resultó mucho más efectiva emocionalmente. 

El cambio que definió el corazón de Adolescencia: El cambio del final original fue, en palabras de Barantini, un momento clave para la serie. En lugar de tumbarse en la cama de Jamie, Eddie entra en la habitación y arropa a un osito de peluche, una posesión de su hijo. "Lo ensayamos y fue genial, pero sentía que había algo especial en él arropando al osito de peluche", explicó Barantini en una entrevista con Tudum, el blog oficial de Netflix. 

"Es la única cosa que Eddie puede tocar de él. Es algo maleable que ha abrazado Jamie y que ha estado con él. Y luego Stephen hizo suyo ese momento", añadió el director sobre cómo esta escena logró hacer que la audiencia se identificara con el dolor del padre.

Esta escena final, que Barantini califica como el "corazón" de Adolescencia, se convirtió en un símbolo del dolor y la desesperación de una familia rota. "Estar con la familia de nuevo es el atractivo emocional de la serie. Cada miembro de los Miller intenta apoyar al otro. Y, a su vez, se están destrozando mutuamente. Es realmente desgarrador ver cómo esta familia se desmorona", comentó Barantini sobre el impacto emocional que causa esta historia. 

Impacto en el público y la reflexión sobre la paternidad: El cambio en el final no solo generó una mayor conexión emocional con la audiencia, sino que también hizo que los seguidores reflexionaran profundamente sobre el rol de los padres en situaciones extremas. El ser testigos de cómo Eddie, como padre, intenta lidiar con la devastación de su hijo, creó una atmósfera de vulnerabilidad y realismo en la que el espectador se sintió identificado con las emociones de un padre enfrentando un hecho atroz. 

El giro emocional de Adolescencia no solo es un éxito en términos de narración, sino que también ha dado lugar a un debate más amplio sobre la paternidad, el amor y la incapacidad de controlar las circunstancias de la vida. Al final, la serie no solo presenta una historia de crimen, sino una compleja trama de relaciones familiares, con un final que, aunque devastador, resulta ser profundamente conmovedor.