¿Qué dice la ciencia sobre el café en la mañana?

Muchas personas aseguran que necesitan el impulso que les brinda una taza de café por las mañanas para empezar su día con energía. A partir de esto, analizaron los efectos que se le atribuyen a la cafeína y obtuvieron como resultado que todo se trata de un efecto placebo.

A pesar de la expectativa común de que el café aumenta el estado de alerta y el funcionamiento psicomotor, “las impresiones subjetivas aún no tienen correlación neurobiológica”, advirtieron. 
“El efecto psicológico del café/cafeína, aunque en gran medida genuino, sigue siendo un tema de debate y debe considerarse en el contexto de su uso. De hecho, algunos estudios muestran que la cafeína tiene efectos sobre el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo si los bebedores no habituales de café la toman, pero que estos efectos pueden disminuir debido al desarrollo de la tolerancia”, ampliaron en la publicación.

Rumbo a los resultados

Para llegar a las conclusiones, los científicos reclutaron a personas que bebían un mínimo de una taza de café al día, a los que le pidieron que se abstuvieran a comer o beber bebidas con cafeína durante al menos tres horas antes del estudio.

Se les realizó dos resonancias magnéticas funcionales a cada participante del estudio, una antes y otra 30 minutos después de consumir cafeína. Los científicos esperaban que las resonancias mostraran que las personas que bebían café tenían una mayor integración de redes que están vinculadas a la corteza prefrontal y la red de modo predeterminado, involucrados en procesos de introspección y autorreflexión.

El resultado fue esperanzador, ya que el consumo de cafeína genero en las personas una mayor predisposición para pasar del descanso a las tareas. “El consumo agudo de café disminuyó la conectividad funcional entre las regiones cerebrales de la red de modo predeterminado, una red que está asociada con procesos autorreferenciales cuando los participantes están en reposo”, explicó la doctora Maria Picó-Pérez.

Según la especialista, “la conectividad funcional también disminuyó entre las redes somatosensoriales/motoras y la corteza prefrontal, mientras que la conectividad en las regiones de la red visual superior y de control ejecutivo derecho aumentó después de beber café. En palabras simples, los sujetos estaban más listos para la acción y alertas a los estímulos externos después de tomar un café”.

¿Las propiedades de la cafeína o los síntomas de la abstinencia?

“Teniendo en cuenta que algunos de los efectos que encontramos fueron reproducidos por la cafeína, podría esperarse que otras bebidas con cafeína compartan algunos de los efectos”, afirmó Pérez con respecto a los resultados obtenidos. 

Pese a las conclusiones, el estudio "no pudo diferenciar los efectos de la experiencia sola de la experiencia combinada con la cafeína”, explicaron los autores. Por este motivo, la hipótesis sobre los beneficios del café asociado al alivio de los síntomas de abstinencia sigue vigente para futuras investigaciones.