Mama Antula se convirtió en la primera santa argentina

El Papa Francisco canonizó a Mama Antula, proclamándola como la primera santa argentina. La ceremonia de canonización tuvo lugar en la Basílica de San Pedro, donde el Sumo Pontífice leyó la fórmula de canonización a las 9:46 am en el Vaticano, y a las 5:46 am en Argentina. Esta lectura oficializada en nombre de la Santísima Trinidad marcó un hito histórico al elevar a María Antonia de San José de Paz y Figueroa al estatus de santa.
 
El evento histórico contó con la participación de centenares de peregrinos argentinos, familiares de la beata y el presidente de la Nación, Javier Milei, quienes viajaron a Italia para ser parte de la celebración. La ceremonia, presidida por el Papa Francisco, inició a las 9:30 am en Italia y 5:30 am en Argentina, en la Basílica de San Pedro, siendo la primera vez que una canonización se realiza dentro de la Basílica durante el pontificado del papa argentino, que ya llevaba once años en el cargo.

La liturgia comenzó con cánticos interpretados por el coro, mientras el retrato oficial de Mama Antula se exhibía frente al altar central. Este retrato es una representación de la copia del cuadro pintado por José de Salas después del fallecimiento de la santa en 1799, ya que, durante su vida, María Antonia de San José de Paz y Figueroa no permitió que se le hicieran retratos. El cardenal italiano Marcello Semeraro, a cargo del Dicasterio para las Causas de los Santos, presentó la biografía oficial de la nueva santa junto a Silvia Correale, quien la postuló para la canonización.

La ceremonia duró aproximadamente noventa minutos y contó con la presencia de varios obispos y cardenales argentinos, incluidos el Arzobispo de Buenos Aires, José Ignacio García Cuerva, y el Arzobispo de Santiago del Estero, Vicente Bokalic, este último siendo de la provincia natal de la santa. También estuvieron presentes el Obispo de Quilmes y titular de Cáritas, Carlos Tissera, y el Arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, entre otros. Claudio Perusini, quien fue el destinatario de uno de los milagros atribuidos a la intercesión de Mama Antula, también estuvo presente en el evento.
 
La Iglesia Católica validó dos milagros como requisitos para la canonización de María Antonia de San José de Paz y Figueroa. El primero ocurrió en 1904, cuando una monja fue curada de una enfermedad grave después de que se rezara por su recuperación con reliquias de la santa. El segundo milagro involucró la recuperación milagrosa de Claudio Perusini, quien sufrió un derrame cerebral que lo dejó en estado vegetativo. Los médicos no tenían esperanzas de recuperación, pero tras la intervención divina, Perusini se recuperó por completo.
 
El 24 de octubre de 2023, el Dicasterio de las Causas de los Santos, con la aprobación del Papa, emitió un decreto reconociendo el milagro atribuido a Mama Antula, autorizando así, cincuenta y cinco días después, su canonización. Esta mujer, que dedicó su vida a propagar las enseñanzas de San Ignacio de Loyola, será honrada como la primera santa argentina, siendo un ejemplo de fe y devoción para muchos.

LA BIOGRAFÍA 

"Resulta ser la primera causa de canonización promovida en Argentina, donde nació, vivió y trabajó y donde aún se conservan sus restos mortales en la Iglesia de Nuestra Señora de la Piedad de Buenos Aires -expuso el cardenal-. Se la llama popularmente Mama Antula. Nacida en la provincia de Santiago del Estero en 1730, a los quince años ingresó en el beaterio de niñas y mujeres que asistían a los padres jesuitas en el apostolado de los ejercicios espirituales y en otras obras de caridad, entre las que se distinguió especialmente en ayudar y dar limosna a los más pobres. Tras la supresión de la compañía de Jesús, se sintió inspirada para seguir promoviendo la espiritualidad ignaciana, especialmente la práctica de los ejercicios espirituales. Como laica consagrada, Mama Antula hizo de esto el corazón de su vocación y de su misión".
 
"Emprendió varios viajes misioneros a pie y en la más absoluta pobreza, y allí donde llegaba reunía a la gente para momentos de meditación y oración. En 1779 llegó a Buenos Aires. Su fe en dios y la abundancia de buenos frutos de su obra convencieron a las autoridades y al obispo de la ciudad para que apoyaran su apostolado. En esos años, decenas de miles de porteños, bonaerense, laicos y clérigos, pobres y personalidades destacadas experimentaron los ejercicios espirituales organizados por Mama Antula, obteniendo de ellos abundantes beneficios. En 1785 solicitó y obtuvo de la Santa Sede indulgencias especiales para quienes participan en los ejercicios espirituales promovidos por ella. También abrió en Buenos Aires un beaterio para niños, niñas y mujeres que compartían su actividad y los ideales espirituales de San Ignacio. Durante dos años se trasladó a Uruguay para promover cursos de ejercicios en Colonia del Sacramento y en Montevideo. Antes de morir cumplió su deseo de erigir una casa de ejercicios espirutales en Buenos Aires en la que siguió acogiendo a personas de toda clase y condición hasta el final. Murió el 7 de marzo de 1799".
 
"La fama de santidad de la que gozó en vida y en el momento de su muerte perduró incluso después y se enriqueció cada vez más con una auténtica fama de signos. La gente siempre ha recordado su vida de virtudes poco comunes: su extraordinario testimonio de fe y caridad, su fortaleza evangélica y el ejercicio heroico de todas las virtudes. Iniciada a principios del siglo XX y completado todo el ciclo canónica, María Antonia de San José fue proclamada beata en Santiago del Estero el 27 de agosto de 2016. El 24 de octubre pasado, su Santidad autorizó al Dicasterio para las Causas de los Santos a promulgar el decreto relativo a un segundo milagro, atribuido a la intercesión de la beata. Finalmente, tras la consulta escrita al cardenalicio, su Santidad fijó esta fecha para la canonización de hoy", concluyó Semeraro.