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Para las consultoras: "La gente no está esperando que le digan a quién votar"

Tanto Javier Milei como Sergio Massa negocian con Juntos por el Cambio para recibir apoyo explícito para el balotaje. Según las consultoras, ¿Qué tanto influye esto en el voto de la población?.

Policiales 25 de octubre de 2023
Massa y Milei
Massa y Milei

¿A dónde irán a parar los votos de Juntos por el Cambio? ¿Y los de Juan Schiaretti? Algunos de los interrogantes que aún no tienen respuesta y que estarán en el centro de discusión cara al balotaje del 19 de noviembre en el que se enfrentarán Sergio Massa (Unión por la Patria) y Javier Milei (La Libertad Avanza).

En el medio, se especula sobre qué postura adoptarán los principales dirigentes de Juntos por el Cambio, ya que muchos se encuentran en una verdadera encrucijada. Inclinarse por Sergio Massa significaría apoyar a un contrincante acérrimo del espacio: el kirchnerismo. Mientras que para sectores de la colación, como la Unión Cívica Radical (UCR), irse con Javier Milei significaría ponerse del lado de quién los tildó de "traidores" y que en numerosas ocasiones criticó con dureza al expresidente Raúl Alfonsín, considerado como un "intocable". Algunos, de forma solitaria, ya anticiparon que estarán junto a Massa y se aguarda por nuevas "confesiones". Otros, mayoritariamente del PRO, tienen más cercanía con Milei y ya lo dijeron públicamente.

La Coalición Cívica, socio fundador, resolvió con celeridad y ya señaló que no estará en ningún lado del mostrador. Tanto el PRO como la UCR tendrán cumbres este miércoles en sus respectivos comités. Incluso habrá un cónclave de gobernadores salientes y gobernadores electos pertenecientes a JxC.

En lo que respecta al gobernador Juan Schiaretti, que como candidato a presidente obtuvo casi 7%, MDZ contó que el cordobés dejó en claro que no le dirá a nadie de su espacio a quién debe votar en el balotaje. E incluso, reafirma puertas adentro que no tiene por qué darle libertad de acción a nadie, "porque nunca los tuvo atados".

Pero, más allá de lo que decidan hacer los referentes de Juntos por el Cambio -la fuerza política que obtuvo el tercer lugar al conseguir el 23,83% de los sufragios-, la última palabra queda en los electores. Y lo cierto es que en la actualidad no hay una tendencia marcada de que las personas tomen una determinación en base a una declaración partidaria. Se trata de un punto en el que las encuestadoras coinciden. Dicho de otra forma, lo que manifieste cualquier dirigente a favor o en contra de Massa o Milei no va a derivar en que la totalidad de su público se encolumne detrás de esta expresión explícita de apoyo.

Martha Reale, directora de Reale Dalla Torre Consultores, sostuvo que "es irrelevante lo que digan los dirigentes. No llevan los votos en los bolsillos. La gente va a votar según su propia mirada de la situación y de los candidatos. Van a elegir lo que menos les duela. Hay una porción que votará lo que consideren el mal menor.".

"La gran mayoría elige de acuerdo a su criterio. Esta es una elección que se define con el factor miedo: miedo al kirchnerismo o a Milei, con todo lo que representa", comentó. Y aportó que "el elector anti K no va a votar al kirchnerismo. Es una elección liberada al sentimiento del ciudadano. La gente no está esperando que le digan a quién votar".

Lucas Romero, que está al frente de Synopsis Consultores, detalló que esta discusión debe separarse en "el plano político" y en el "plano electoral". "En algún punto ambos están interrelacionados. Que un dirigente de peso del tercero en discordia (Juntos por el Cambio) anuncie a qué espacio va a apoyar es significativo. ¿Tiene impacto electoral? Sí, pero como hecho político. No porque los votos del dirigente van al destinatario. Es importante el apoyo de un dirigente que no participa. Massa busca en la UCR y Milei en aquellos sectores de Juntos por el Cambio que tienen simpatía por su propuesta. Eso no significa que la gente va a hacer lo que el dirigente diga...".

En ese orden, aclaró que "si Milei logra el apoyo de todos los de JxC, ese hecho va a tener impacto electoral. No significa que van todos los votos a él, pero ayuda a seducir y a empujarlos". Romero insistió en que "los dirigentes hoy no tienen votos. Patricia Bullrich no es dueña del casi 24% que sacó".

Por su parte, Anibal Urios, de DC Consultores, explicó que este fenómeno ya tuvo un antecedente cuando "Horacio Rodríguez Larreta lo hizo con parte del radicalismo y no sirvió". Aunque, admitió que "sí se se genera una sensación en el votante. La gente pide que se sienten todos a trabajar".

Urios también consideró que "crear políticas de Estado es una demanda de la sociedad. No es una cuestión de cambiar de cero todo. Bajo esa consigna, sirve convocar al partido que sea en pos de lograr una planificación en el tiempo. Lo que importa es el fin. Si lo hacen bien, puede caer de forma positiva en el elector. Si es electoralista, es un boomerang porque es para ganar la elección y nada más. Al sumar por sumar se pierde el objetivo. Convocar a todo el mundo porque sí rompe con lo que se viene manifestando. No arrastra el tema partidario. Va a ser una campaña de brazos abiertos donde del otro lado está el demonio".

Un claro ejemplo de cómo el voto varía a pesar de lo que aliente la dirigencia a su público afín es lo ocurrido en las provincias. Juntos por el Cambio ganó contundentemente en San Luis, Jujuy, Santa Fe, Mendoza, Chaco, Chubut, Entre Ríos y San Juan (además de ya contar con la Ciudad de Buenos Aires y Corrientes). Fue uno de los aspectos que ilusionó a Patricia Bullrich, aunque los números no se replicaron para su postulación presidencial. Milei y Massa triunfaron pese a estos antecedentes.

Lucas Romero aportó un dato a tener en cuenta en ese sentido: según cálculos realizados, "si Bullrich hubiese sacado aproximadamente 1.800.000 de los votos cosechados por las ofertas provinciales de Juntos por el Cambio en las provincias que desdoblaron sus comicios, hoy estaría en el balotaje".

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