A los 83 años murió Tina Turner

Tina Turner falleció a sus 83 años y causó gran conmoción en el mundo de la música. La figura estadounidense se destacó con sus grandes éxitos, aunque su vida no fue un camino de rosas únicamente. La cantante murió a causa de un cáncer intestinal que le diagnosticaron en 2016.

Todo comenzó con unos fuertes calambres, los cuales forzaron su ingreso a un hospital. Fue en ese momento donde los médicos le anunciaron a la cantante que sus riñones no estaban funcionando correctamente. 
Los efectos secundarios del tratamiento tradicional la llevaron a considerar otra alternativa, los remedios homeopáticos, los cuales empeoraron aún más su salud, llevándola al fallo total de riñón. Además de enfrentar el cáncer, Turner también atravesó un derrame cerebral.  

En su autobiografía “My love story”, la cantante contó que tras el fatal diagnostico pensó en la eutanasia, la cual es legal en Suiza, país donde residía. "Sobrevivía, pero no vivía. Empecé a pensar en la muerte. Si mis riñones estaban funcionando y era hora de que yo muriera, podía aceptarlo, estaba bien. Cuando llega el momento, es realmente el momento", escribió Tina Turner.  

En medio de ese momento crítico, su esposo, Erwin Bach, se ofreció a ser donante. "Mi marido dijo que éramos muy felices y que haría cualquier cosa para mantenernos juntos. Fue entonces cuando dijo que me daría uno de sus riñones", expresó la cantante.  

Por otro lado, la reina del rock reveló en varias ocasiones que padecía de trastorno de estrés postraumático por el abuso doméstico que sufrió a manos de su primer esposo: Ike Turner. 

Su relación con Ike Turner  
La magia en su relación duró poco y rápidamente se convirtió en un calvario. En las memorias de la cantante, cuenta que su noche de bodas transcurrió en un cabaret ya que a su reciente esposo le gustaba pasar tiempo con otras mujeres.  

La violencia por parte de Ike no tardó en llegar. "Usó mi nariz como saco de boxeo tantas veces que podía notar el sabor de la sangre a través de mi garganta. Me rompió la mandíbula. Y no podía recordar lo que era no estar con los ojos amoratados", escribió Tina Turner. 

Gracias a su fortaleza, Tina pudo salir de la situación a tiempo. Sin embargo, Ike se quedó con todo, dejándole a Tina nada más que su apellido. "Olvide las joyas. Olvídelo todo. Solo es dinero manchado de sangre. No quiero nada", dijo la artista a su juez durante el divorcio.